Resumen:
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La materia del doble en Stevenson prueba que el duelo moral no es exterior al sujeto, que la culpa no llama siempre del mismo lado, que la repugnancia del crimen es correlativa a la idolatría de las buenas conciencias repugnantes, que el bien y el mal no son fuerzas puras y extrañas. En esta admirable versión de El Dr. Jekyll y Mr. Hyde leemos el tono de Stevenson, apretada lógica de detalles, de concentración y exactitud, traducido a una voz cuidadosamente vaciada de reverencias borgianas, leemos la suficiente alegría de vereda en vez de acera, leemos el acento y la sintaxis argentina en el paisaje oscuro de las calles y la prosa victorianas. Porque el trabajo de traducir es también una hipótesis acerca del doble. La traducción de Kang y Rinesi da con el matiz preciso de lo que el prólogo limita en cuanto centro de Jekyll y Hyde: la oscuridad de las vidas y de los actos de las vidas, oscuridad de las almas y de los corazones, oscuridad moral e intelectual de las conciencias, oscuridad de los valores y para terminar estas líneas con una cita argentina oscuridad de la razón. Esa actualidad de la cita, que es extensión viva de la experiencia de traducir, compone el arte, la agudeza de esta interpretación de Stevenson.
Américo Cristófalo
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